Mas que brazos, aquello eran una superficies multicolores, en la que abundaban, las pulseritas, que habias comprado en el kiosko de la esquina o en el mercadillo. L@s mas habilidos@s , compraban tiras de colores, y las confeccionaban a su gusto a modo de trenzas. Quien no tenia una pulseritas de colores, era un bicho raro.
sábado, 23 de enero de 2010
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